viernes, 31 de mayo de 2013

El Ancestro Común más reciente


Si sois como yo, creo que vais a alucinar con esta entrada. El tema y los artículos que os voy a comentar tiran por tierra todo lo que yo suponía que sabía sobre herencia, genealogía, antepasados, linajes, descendencia y demás, y creo que a muchos de vosotros os va a suponer un descubrimiento tan sorprendente como a mí. Es tan contraintuitivo que tengo que confesar que no acabo de entenderlo del todo, pero en el fondo es una cuestión muy sencilla, puramente de contar-matemática- pero, tal vez precisamente porque soy muy malo con los números, me cuesta comprenderlo. Por ello, si algún lector (tal vez un experto o aficionado a la genealogía) tiene mejores explicaciones o respuestas le agradecería que las compartiera.

Antes de empezar, algunas definiciones básicas. Se llama ancestro común más reciente (ACMR) de cualquier grupo de organismos al individuo más reciente del cual todos los organismos del grupo son descendientes directos. Según los estudios y autores que vamos a comentar, el ancestro común más reciente de todos los europeos habría vivido hace unos 1000 años y el ancestro común más reciente de toda la humanidad, unos 3500 años. Con respecto a la duración de una generación cada autor hace un cálculo diferente (20, 25 o 30 años) pero parece, por lo que he leído y podéis ver en la bibliografía comentada, que la duración de una generación se considera actualmente que es 30 años.

El Problema

Si empezamos a contar nuestros antepasados en las generaciones anteriores vemos que el número de ellos en cada generación va aumentando al principio de una manera muy manejable y entendible: 2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos, 16 tatarabuelos...pero al tratarse de una progresión geométrica si vais haciendo los números hasta la época, por ejemplo, de Carlomagno, (747-814), es decir, unas 40 generaciones, veréis que el número de antepasados que cada uno de nosotros tendríamos en esa fecha es de un trillón (anglosajón) de personas. Evidentemente esa cifra es mucho mayor que la población de Europa en aquella época (50-300 millones, según fuentes) y es incluso mucho mayor que la población actual de la Tierra, o incluso que todo el número de personas que ha existido nunca. Esta es la paradoja: nosotros estamos aquí y evidentemente cada ser humano tiene dos progenitores pero resulta que en poco más de mil años las cifras nos dicen que es imposible que todos nosotros tengamos los progenitores que biológicamente necesitamos. ¿Cómo es esto posible?

Explicación

La única solución a esta paradoja es asumir que nuestros ancestros no son independientes unos de otros. En un artículo en 1999, Chang analizó matemáticamente esta red de ancestros y concluyó que si miras la ascendencia de una población viva de hoy en día encontrarás en algún momento un ancestro común a todos ellos. Al moverte atrás en el tiempo, tarde o temprano algunas de las líneas genealógicas se cruzan y se encuentran en una única persona. Cuanto más atrás vas en el tiempo más de estas líneas se cruzan y encuentras más ancestros de la población viva actual. Y entonces ocurre algo muy interesante. Llega un punto en el que  “todos los individuos que tienen algún descendiente entre los individuos del presente son realmente ancestros de todos los individuos del presente”

Dicho de otra manera, esta tremenda escasez de ancestros significa que cualquiera que vivió y se reprodujo en el año 800 tiene una altísima probabilidad de ser nuestro ancestro. También, que las personas procedentes de un área geográfica, en este caso Europa, tienen muchos ancestros en común. Por último, implica también que entre los ancestros de una persona el matrimonio entre primos fue inevitable. No hablamos de primos carnales, sino de primos lejanos. Una vez que pasan varias generaciones, los descendientes de alguien que vivió en el año 800 empiezan a casarse entre ellos. Es decir, que nuestros ancestros se repiten y que todos tenemos los mismos ancestros.Cada uno de nosotros está relacionado con un ancestro múltiples veces, por muchos caminos. Esto explica que todo el mundo que traza su genealogía acaba encontrando que desciende de una persona ilustre del pasado , generalmente un rey -o emperador, como Carlomagno-, que está emparentado con personas ilustres , y que muchos de sus ancestros eran primos.

Los hallazgos de Chang estiman que de la población que vivió hace unos 1000 años, el 20 % no fue ancestro de nadie, es decir, no tuvieron hijos o su descendencia falleció sin dejar hijos. El otro 80% son los ancestros directos de toda la población europea viva actualmente. Hay que decir que el estudio de Chang es puramente matemático. Otro investigador que llegó a cifras similares, aunque con variaciones (por ejemplo las cifras anteriores 80/20 las transforma en 60/40) es Rohde (2004), que utilizó un modelo simulado por ordenador. Pero es que recientemente se ha publicado un estudio de los geneticistas Peter Ralph y Graham Coop en Plos Biology que confirma los cálculos de estos autores pioneros. El estudio ha generado tanto revuelo que los autores han creado una página de FAQs sobre el mismo. Los autores han estudiado el ADN de 2257 europeos examinando millones de lugares del mismo y comparándolos. Si dos personas están emparentadas van a compartir trozos de ADN que serán cada vez más pequeños cuanto más generaciones pasan o más alejados estén. A estos trozos de ADN los llaman IBD (identical by descent).

Las hallazgos del estudio son que incluso dos individuos  tan alejados como un turco y un inglés comparten millones de ancestros en los últimos 1000 años. Curiosamente, individuos del Reino Unido comparten más IBD, es decir, más ancestros, con individuos de Irlanda que con otros individuos del Reino Unido( los irlandeses comparten más con los irlandeses que con los del reino Unido y esto es así por la emigración de irlandeses a UK). También, los alemanes tienen más similitud genética con los polacos que con los alemanes.

Otro concepto a tener en cuenta es el de “punto de ancestros idénticos”, que es el punto antes del cual (cronológicamente hablando) todos los árboles familiares de la gente viva hoy en día están compuestos exactamente por las mismas personas

Consecuencias y curiosidades

  • Es muy difícil que se transmita material genético más allá de 8 generaciones (Ralph y Coop). Una cosa es ancestro genealógico y otra ancestro genético, que sería el ancestro genealógico del que se ha heredado verdaderamente material genético. Os voy a dar algunos cálculos referidos en esta literatura. Si consideramos que tenemos unos 23.000 genes y pasamos el 50% a un hijo, en 15 generaciones podemos esperar recibir menos de un gen de un ancestro de esa generación. Si vamos 40 generaciones hacia atrás a los tiempos de Carlomagno las probabilidades son 32 millones contra 23.000 de tener alguno de sus genes. Es decir, que llegamos al divertido resultado de que Carlomagno puede ser nuestro ancestro (genealógico) pero  no tendríamos ninguno de sus genes. Nuestro ADN es heredado con más probabilidad de nuestro área local. Otro matiz a tener en cuenta es que nuestros ancestros están emparentados y un determinado trozo de ADN podríamos pensar que lo hemos heredado de uno cuando lo hemos heredado de otro.Resumiendo, tienes ancestros de los que no has heredado nada de ADN.
  • Por lo tanto, la mayoría de la gente de la que desciendes no está más relacionada genéticamente contigo que cualquier extraño. Tu árbol genealógico familiar es más grande que tu árbol genético.
  • Según otro cálculo, tienes un 12% de probabilidades de heredar material genético de un ancestro de hace 10 generaciones. De un ancestro de hace 14 generaciones la probabilidad es prácticamente cero
  • Prácticamente todos los habitantes del Nuevo Mundo (por lo menos un 60%) descienden de la realeza británica, incluso los de origen africano y los nativos, debido a la larga historia de matrimonios entre ellos
  • Confucio, Nefertiti, o cualquier figura histórica que tuvo hijos hay que contarla entre los ancestros de los individuos de hoy en día. Probablemente el mundo actual desciende de la casa real egipcia de alrededor de 1600 antes de Cristo.
  • Todo musulmán en el mundo desciende del profeta Mahoma (Mark Humphrys). Mahoma está probado que es el ancestro de algunos musulmanes, luego es el ancestro de todos
  • Todos los habitantes de Occidente descienden del profeta Mahoma. Ha habido mucho intercambio genético entre musulmanes y cristianos, sobre todo en España. Solo necesitamos una pequeña cantidad de intercambio para que enseguida toda la población cristiana descienda del profeta también.
  • Prácticamente todo judío actual es descendiente del profeta Mahoma. Por la misma lógica, hubo intercambio genético entre musulmanes y judíos en España y luego los judíos expulsados de España son los ancestros de todos los judíos del mundo, luego todos los judíos descienden de Mahoma.
  • En definitiva, todo el mundo desciende de Mahoma.
  • Lo mismo que descendemos de la mayoría de la gente que vivió hace 1000 años, cada uno de nosotros será ancestro de toda la raza humana (o no será ancestro de nadie). Hay que tener en cuenta que el ACMR es una diana móvil. Si viviéramos en el año 1000 nuestro ACMR sería diferente del que hemos calculado partiendo del presente. Por ello, cualquiera vivo hoy que tenga hijos es un ACMR de alguien en el futuro.


Limitaciones

Una limitación de los estudios de simulación por ordenador y de los modelos matemáticos es que asumen que el emparejamiento de ambos sexos es aleatorio. En la vida real esto no es así, por ejemplo, en la India la gente de una casta no se casa con la de otra. Pero resulta muy difícil diseñar un modelo matemático o virtual de este emparejamiento no aleatorio. Por ello habría que introducir correcciones en los datos, pero según ellos dicen tampoco serían muy dramáticas. Siempre que hombres y mujeres  coinciden en el tiempo y en el espacio van a  tener relaciones sexuales a pesar de barreras religiosas, políticas y de todo tipo y se necesita poco intercambio genético para llegar a estas conclusiones por la explosión geométrica de ascendientes.

También, esta visión tan fraternal del género humano hay que matizarla un poco. Todos somos primos y estamos relacionados pero unos estamos más relacionados que otros. Por ejemplo, un individuo de España puede estar relacionado con un ancestro de la Península Ibérica por más de 1000 rutas diferentes pero con un ancestro del Báltico por solo10 rutas diferentes. Por lo tanto la probabilidad de heredar material genético del ancestro ibérico es 100 veces mayor. Esto también permite que aún teniendo exactamente los mismo ancestros el material genético de dos individuos no sea el mismo porque unos heredan unos trozos y otros individuos otros trozos distintos, como ocurre sin ir más lejos entre hermanos.


Conclusiones

Es verdad que tu vecino desciende de Carlomagno o Confucio, pero también tú. Todos estamos más interrelacionados de lo que pensamos. Por otro lado, tienes tantos ancestros (unos 200 millones en el año 1300) que tu ascendencia es mucho más diversa de lo que te imaginas y que entre ellos habrá gente de lugares, etnias y procedencias que te sorprenderían. Estamos más emparentados de lo que nuestras actitudes y políticas sugieren (todos somos fruto de “incestos lejanos”). Un apellido, entre 200 millones de ancestros significa realmente muy poco, ¿no crees?

Desde el punto de vista evolucionista creo que esta visión de la genealogía y del mundo da la razón a la visión centrada en el gen de Williams, Hamilton y Dawkins. Nosotros nos empeñamos en ver el mundo desde el punto de vista del individuo, de la familia y del linaje y buscamos una continuidad individual, o incluso grupal, pero la realidad es que sólo hay genes que, apoyándose en cada uno de nosotros, saltan hacia el futuro.

@pitiklinov en Twitter

Referencias



Chang JT (1999) "Recent common ancestors of all present-day individuals". Advances in Applied Probability 31: 1002-1026.

Rohde DLT, Olson S, Chang JT (2004) "Modelling the recent common      ancestry of all living humans". Nature 431: 562-566.




jueves, 23 de mayo de 2013

Estatus y Serotonina


Los estudios que voy a comentar en esta entrada son ya muy viejos y la mayoría los conoceréis pero me los he encontrado leyendo a Lionel Tiger y he pensado que merecía la pena comentarlos y volver sobre ellos. La enseñanza que transmiten creo que es de mucho valor y que no está de más recordarla. Tengo que comentar que a mí me impactó mucho cuando leí acerca de estos experimentos y cambió mi manera de pensar acerca de muchas cosas.

Serotonina
Me estoy refiriendo a los trabajos de Michael McGuire, Michael Raleigh y Gary Brammer de la UCLA Medical School, sobre la relación entre estatus y serotonina. Lionel Tiger conoce bien el tema porque es amigo de McGuire y ha escrito un libro con él, God´s Brain. McGuire y sus colegas descubrieron que los machos dominantes de 19 grupos de monos verdes (vervet monkey) tenían todos niveles de serotonina en sangre más elevados que el resto. Viendo el resultado del test sanguíneo podías decir quién era el macho dominante. Hasta entonces, la hipótesis de trabajo de toda la gente que investigaba la interacción del cuerpo con la conducta era que diferencias en la fisiología causaban diferencias en la conducta social. La hipótesis contraria, que el estado interno de un individuo era causado por circunstancias externas, había recibido menos atención. McGuire y asociados permitieron que la jerarquía en un grupo de monos se estabilizara y hubiera un líder identificado. Entonces quitaban al líder del grupo. Los investigadores observaron que en unas 72 horas emergía un nuevo líder dominante y que los niveles sanguíneos de este individuo aumentaban en los días siguientes hasta llegar , aproximadamente al de 14 días, al nivel de los del líder previo.

Pero hay más. Los investigadores encerraron al macho dominante en una caja con un espejo de una única dirección de manera que los miembros del grupo no le veían a él. El mono hacía sus cargas sin ningún efecto y tampoco podía recibir las conductas de sumisión que un líder recibe de los dominados. En estas circunstancias, sus niveles de serotonina bajaron al nivel de los monos normales. También ocurría lo mismo si al líder lo encerraban sólo con hembras, sin los machos contra los que luchaba por el estatus. Hay que decir que todos estos hallazgos de estatus y serotonina se refieren a machos y no se aplican a hembras. Las hembras tienen también una jerarquía pero en ellas todo funciona de otra manera menos dramática y aparente, pero más compleja, y creo que no está tan estudiado. En cualquier caso hay luchas de poder entre ellas y la colaboración de las hembras en muchos primates es fundamental para que los machos puedan conservar su poder.
Vervet Monkey

Estos estudios en monos se han replicado en humanos y se ha visto que en diferentes ámbitos los líderes y jefes tienen niveles de serotonina más elevados. Pero el equipo de McGuire, rizando el rizo, llevó a cabo otro experimento. En la isla caribeña de Saint Kitts dividieron los animales en doce grupos conteniendo cada uno de ellos tres machos adultos, tres hembras adultas y sus crías. Una vez que la jerarquía se establecía medían la serotonina basal de todos ellos. Entonces retiraban al macho dominante y a los otros dos les daban de forma aleatoria un fármaco que aumentaba la actividad serotoninérgica a uno y un fármaco que disminuía la actividad serotoninérgica al otro. El resultado fue que , en todos los casos, el que recibía el reforzador serotoninérgico se convertía en dominante y el otro en subdominante. Y cuando el líder original se reintroducía en el grupo volvía a convertirse en dominante, aunque los otros dos ya habían aprendido lo que era ser líderes.

Los individuos con altos niveles de serotonina son menos agresivos, se implican en más conductas sociales y en más acicalamientos. También eran capaces de asegurarse el apoyo y cooperación de las hembras de más rango que, como hemos comentado, son decisivas para mantener el poder. El tema del poder tiene muchas derivaciones: el poder es placentero, garantiza el acceso a las hembras y a los recursos, y el poder es saludable. Hay estudios tanto en primates no humanos como en humanos donde se aprecia que los sujetos más altos en el escalafón tienen mejor salud. Pero en definitiva, el hallazgo clave es que la conducta del grupo producía la fisiología interna de los machos.

Pero quedaría un misterio sin resolver: ¿por qué un determinado mono -y no otro- toma el poder? Si partimos de una situación en la que los dos monos tienen una serotonina baja qué hace que sea uno de ellos el que triunfa y no el otro. La respuesta no se conoce pero aquí parece que la flecha va de dentro a fuera, es decir, las enzimas implicadas en la síntesis y degradación de serotonina están bajo control genético y es posible que ciertos individuos tengan una ventaja inicial porque aunque no tengan la serotonina más elevada tienen una capacidad mayor para segregar serotonina. Conductualmente, estas diferencias fisiológicas se pueden traducir en que el individuo en cuestión tolere mejor la presión y el caos (nervios de acero) de un sistema sin líder, mantenga mejor la calma y que , hasta incluso, disfrute de la confusión y la anarquía. Este individuo transmitiría tranquilidad o sensación de control a sus compañeros y esto le llevaría al poder. O, quizás, también hay componentes desconocidos que van de fuera a dentro, tal vez son mejores haciendo coaliciones, tienen una personalidad más atrayente y por eso prosperan políticamente. No sabemos.

Pero la enseñanza de estos trabajos que me parece importante es que el que alguien nos mire, o no nos mire, cambia nuestra biología; que alguien nos valore, o no nos valore, cambia nuestra biología; que alguien nos quiera, o no nos quiera, cambia nuestra biología. Nuestra biología no está solo en nuestro interior, separada del mundo por nuestra piel. Lo que hay dentro de nosotros depende de lo que hay fuera, es una continuidad con lo que hay fuera. Formamos parte de un ecosistema social, de una red, de un grupo. Cuando vimos la teoría del sociómetro de la autoestima, comentábamos que la autoestima es un marcador de nuestra aceptación social. No es un fenómeno exclusivamente interno o individual y, por lo tanto, no tiene sentido trabajar la autoestima a un nivel individual. Aquí vemos que nuestra bioquímica tampoco es una isla, que nuestra biología no es solo nuestra.No es nada nuevo. Mucha gente ha expresado estas ideas de muchas formas pero fue cuando leí acerca de estos experimentos cuando se me encendió la bombilla, como se suele decir, porque creo que ilustran perfectamente esta visión del ser humano (bueno, de todo animal social).

Otra moraleja que podemos sacar de estos experimentos es que administrar un recaptador de serotonina  puede cambiar el sistema político :-)

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Referencias

Michael McGuire, Michael Raleigh and Gary Brammer, “Sociopharmacology”, Annual Review of Pharmacology and Toxicology 22(1982):643-661

Douglas Madsen, “A biochemical property relating to power-seeking in humans” American Political Science Review, 79(1985):448-457

Michael McGuire and Michael Raleigh, “Beahvioral and physiological correlates of ostracism” in Ostracism: A social and Biological phenomenon, ed. Margarte Gruter and Roger Masters, (New York: Elsevier,1986)

Raleigh M,McGuire M, Brammer GL, Pollack DB,Yuwiler A, Serotonergic Mechanisms promote dominance acquisition in adult male vervet monkeys” Brain Res 1991Sep 20; 559(2):181-90



sábado, 18 de mayo de 2013

Himen y Evolución


En este blog ya habíamos hablado de la evolución del pene, los testículos y la mama, pero parece que se nos habían quedado elementos del aparato genital sin tratar. Leyendo a Lionel Tiger menciona, aunque no lo aborda, el tema de la posible utilidad funcional del himen, si es que la tiene, lo que , curiosamente, es un tema que no me había encontrado en ningún otro sitio. Por ello, he hecho una búsqueda en Google a ver qué estudios había sobre ello y es lo que os voy a contar en esta entrada, aunque os adelanto que los hallazgos han sido francamente decepcionantes: hay poco y muy malo, parece que sobre el himen hay mucha más mitología que datos. Una excelente entrada que desarrolla el tema es la de este blog en inglés y este otro en español.

Embriológicamente, el himen es el lugar donde los conductos de Muller de los que proceden la vagina y el útero se abre al seno urogenital. La perforación del himen ocurre en periodo perinatal, un poco antes o después del parto. Corresponde a Avicena la primera descripción de este misterioso lugar de la anatomía y es Vesalio en 1544 quien la descubre sin lugar a dudas en una disección.

La palabra himen significa membrana (por eso himenóptero quiere decir insecto con alas membranosas). Según algunos etimologistas incluso la propia palabra humano derivaría de la raíz himen porque el feto humano está cubierto de una membrana amniótica durante la gestación, pero he investigado un poco el asunto y parece que la mayoría liga humano con humus - tierra-, los humanos seríamos los de la tierra, en contraposición a los dioses que serían del cielo y otros sitios. Por otro lado, existe un dios griego Himeneo, que en inglés se escribe también Hymen, que es el dios del matrimonio -se le suele representar con una antorcha- y estaría también relacionado con la palabra himno. Las canciones de invocación que se cantaban durante la ceremonia del matrimonio se llamaban originalmente himnos. Como la virginidad terminaba con la consumación del matrimonio y los himnos se cantaban antes se habrían asociado con la castidad. También parece que en la mitología griega la patrona de las relaciones matrimoniales era la diosa Hera mientras que Afrodita (Venus) lo era de las relaciones extramatrimoniales. 
Himeneo y Eros

En cualquier caso, la etimología de la palabra himen igual deja de tener importancia porque la Asociación sueca de educación sexual le ha cambiado el nombre a corona vaginal, aunque no sé si el término está teniendo aceptación. Esta Academia ofrece en Internet un manual muy majo combatiendo los mitos y leyendas que rodean a esta diminuta parte de la anatomía femenina. Voy a comentar algunos de estos datos porque todavía hoy en muchos lugares del mundo la ignorancia de los mismos es causa de violencia, de asesinatos por honor y del suicidio de muchas chicas, como parece que ocurre en Turquía cuando las hacen someterse a test de virginidad. Por ejemplo, el himen es una membrana relativamente poco vascularizada y es poco probable que sangre, aunque se rompa. La sangre que aparece en una primera relación, que muchas veces pasa desapercibida, puede proceder de erosiones en la mucosa vaginal por mala lubricación, por precipitación o violencia, si la niña es prepuberal, infecciones vaginales y otras causas. Un estudio reciente encuentra también que el himen estaba intacto en un 52% de las chicas que reconocían haber tenido relaciones sexuales. En la adolescencia la elasticidad del himen aumenta y puede permitir tener relaciones sin romperse. Hay casos de prostitutas con el himen intacto. Por lo tanto la presencia de un himen intacto no es garantía de que no ha ocurrido penetración vaginal, y viceversa, el himen puede romperse por actividades como deportes, uso de tampones, exámenes ginecológicos o traumatismos.

Abordando ya la existencia del himen desde un punto de vista evolucionista, una primera cuestión que tendríamos que aclarar es si el himen existe en otras especies animales. Los dos únicos estudios que he encontrado al respecto, así como las ideas de Desmond Morris, parten de la concepción, parece que errónea, de que el himen es una característica exclusivamente humana. Según la entrada de Wikipedia tanto en inglés como en español (y de las referencias que allí aparecen) el himen existe en un gran número de animales: camélidos como alpacas y llamas, chimpancés y otros primates como lémures, elefantes (en esto parece estar todo el mundo de acuerdo y, además, dicen que el himen de los elefantes hembra no se rompe en el coito sino en el parto), equinos, manatíes, bovinos, hienas, ratas, topos, ballenas, focas y cerdos de Guinea. El caso del cerdo de Guinea es especial porque el himen se disuelve durante el celo y se vuelve a reconstruir cuando la hembra no está en celo. Aquí tenéis otra lista que incluye hasta ranas y serpientes de cascabel. Y en este post de alguien que parece formado en Anatomía se dice que todos los animales placentarios y marsupiales tienen esta estructura. Aclarar este punto es evidentemente muy importante porque si el himen existe en otros animales las explicaciones de su existencia que sean de tipo cultural o exclusivas  para el ser humano  -enseguida lo vamos a ver- van a ser erróneas por definición.

La primera posibilidad lógicamente sería , por así decirlo, la hipótesis nula, esto es, que el himen es una estructura vestigial que no cumple ninguna función ni sirve para nada: evitar el adaptacionismo, la tendencia a ver adaptaciones por todos lados. Entre las hipótesis adaptacionistas, el primero en abordar el tema ha sido Desmond Morris en el Mono Desnudo. En la página 82 de The Naked Ape: A zoologist´s study of the human animal, 1967 dice (en traducción libre): “Otra característica relacionada, que parece única de nuestra especie, es la retención del himen en la hembra. En animales inferiores ocurre en la fase embrionaria del desarrollo del aparato urogenital, pero como parte de la neotenia del mono desnudo se retiene. Su persistencia significa que la primera copulación en la vida de una hembra encontrará alguna dificultad...es a primera vista extraño que estemos equipados con un artilugio anticopulación cuando a la naturaleza le interesa que nos guste el sexo y nos reproduzcamos. Pero esta situación no es tan contradictoria como parece. Al hacer el primer intento de copulación difícil e incluso doloroso, el himen asegura que la mujer no se entregará de manera ligera. Durante la fase adolescente habrá un periodo de experimentación, de juego...y los machos podrían querer consumar la relación. Si no hay un vínculo de pareja y las hembras accedieran podrían encontrarse embarazadas y en camino a una maternidad sin pareja que las acompañe. Poniendo un freno parcial a esta tendencia en la mujer el himen demanda que ella haya desarrollado un vínculo emocional antes de dar el último paso, un vínculo lo suficientemente fuerte para superar el dolor físico inicial”. Personalmente no me convence la argumentación pero me parece interesante la observación de que las relaciones sexuales sean dolorosas no tiene mucho sentido evolucionista. Este es un tema que luego aborda Maul, como vamos a ver, el del dolor de la desfloración y del parto.

Otra hipótesis que voy a mencionar muy rápidamente es la que proviene de la teoría del simio acuático, según la que habría ocurrido una etapa acuática en la evolución humana. Según esta teoría el himen sería una barrera para prevenir la entrada de detritus y bacterias en ese medio acuático y prevenir así infeciones. Esta teoría de la Aquatic Ape Theory está desacreditada, tenéis aquí una serie de argumentos en su contra.

Otra hipótesis es la de la selección sexual: los hombres habrían seleccionado a mujeres con himen porque un himen intacto garantizaría su certeza de paternidad. Las mujeres con himen transmitirían esa característica a su descendencia. Uno de los problemas de esta teoría, aparte de la existencia del himen en otras especies que no creo que entiendan de la relación entre himen y virginidad, es que, como hemos visto más arriba, esta correlación no es cierta.

Hobday y cols. proponen una especie de remix entre Morris y la teoría acuática de Morgan, que el himen es una estructura embrionaria que se ha mantenido porque protege de infecciones vaginales, sobre todo en edad infantil. Parece cierto que las condiciones de ph vaginal serían más favorables a las infecciones en niñas y que ya de mayores serían capaces de realizar la higiene de la región genital con más eficiencia. Esta hipótesis tiene la ventaja de que se puede testar, se puede comparar el nivel de infecciones en niñas con himen intacto frente a no intacto. También sería válida para especies inferiores.

Maul tiene un artículo dedicado a explicar la existencia de dolor en el primer coito y en el parto, que como hemos comentado antes parece incongruente con la tendencia de la Naturaleza a facilitar todo lo que tenga que ver con la reproducción. Lo del dolor en el parto parece, a juzgar por imágenes de partos de otros animales, que no es tan doloroso en otras especies y que sí es algo más específicamente humano, por la estrechez del canal del parto y el aumento del diámetro craneal. Maul propone que el dolor en ambos casos sería un mensaje emocional que crearía vínculos entre los miembros de la pareja, y también con los familiares en el caso del parto, redundando todo ello en beneficio del recién nacido. Ambas cosas serían adaptaciones y reforzarían la experiencia de unión.

Por último, quería comentar la opinión de un lector en un foro dedicado a este tema del hymen y la evolución que no me parece de menos calidad que las que llevamos comentadas. Aventura este lector de manera poco precisa una especie de guerra de sexos, que esa dificultad inicial de entrada en la vagina sirva para cribar y descartar a machos inexpertos, o todavía inmaduros, en favor de machos más fuertes y expertos. Sería también selección sexual, pero en este caso las que seleccionarían a los machos serían ellas, por medio de ese obstáculo representado por el himen. Por supuesto no hay evidencia que la apoye pero me temo que tampoco hay mucha para decantarse por cualquiera de las otras. 

Desde mi punto de vista, y teniendo en cuenta que una explicación evolucionista de la existencia del himen debería ser aplicable a otras especies animales, entre las hipótesis comentadas me quedo con la de la infección y la de este lector. Sin embargo, dada la debilidad de los argumentos para proponer que el himen sea una adaptación creo que no se puede descartar por ahora la hipótesis nula de que es un vestigio sin función alguna.


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Referencias






sábado, 11 de mayo de 2013

El Control de Impulsos en los Animales


Decía en la anterior entrada que de Frans de Waal siempre se aprenden cosas. Esta que voy a comentar ahora puede ser una. Existe la imagen popular de que los animales hacen lo que quieren, que no tienen ningún tipo de control. Esto es muy importante en el tema de la evolución de la moral, porque se suele considerar que lo contrario de la moralidad es precisamente hacer lo que queremos, lo cual lleva implícita la interesante asunción de que lo que queremos no es bueno. Tal es así que el filósofo Philip Kitcher llamó una vez a los chimpancés “wantons” (de want to), es decir, criaturas vulnerables a cualquier impulso que tuvieran. El mensaje, en general, es que los animales no tienen ningún tipo de control emocional. Kitcher llegó a especular que en algún momento de nuestra evolución superamos esa “wantonnes” (hacer lo que se quiere), y eso es lo que nos hizo humanos. El proceso empezó con una conciencia de que ciertas formas de conductas proyectadas podrían tener resultados problemáticos.

¿Quiere decir Kitcher que todo gato que ve un ratón irá ciegamente tras él? ¿No tienen otra opción los gatos que seguir su instinto cazador? ¿Entonces por qué se queda agazapado con las orejas hacia atrás, escondido detrás de una papelera examinando el objeto de su deseo centímetro a centímetro? ¿No será que comprende que es mejor saltar en el momento adecuado que prematuramente? De Waal dice que muchas veces le gustaría animar a los filósofos a que tengan  alguna mascota, porque así no dirían muchas de las tonterías que dicen sobre los animales. De Waal lleva toda su vida observando la conducta de los animales y sabe lo que hacen, no lo que creemos que hacen. Es evidente que las consecuencias aprendidas modelan poderosamente la conducta. Muchos animales no irán a beber a un río o lago si detectan que hay un depredador cerca. Esperarán, e irán cuando el peligro haya pasado. Los animales pueden diferir sus acciones y dejarlas para un mejor momento.

En los chimpancés de los zoos podemos observar también esa barrera entre impulso y acción. De Waal ha observado a veces cómo una hembra adolescente le quita el hijo a una madre y ésta va detrás pidiendo que se lo devuelva pero sin perseguirla furiosamente, intentando mantener la calma porque, si lo hiciera, la adolescente escaparía a un árbol con riesgo de que el bebé se cayera. Pero una vez que recupera al bebé entonces sí que intenta darle caza gritando y corriendo rabiosamente. También ha observado de Waal a machos no dominantes sentarse cerca de una hembra atractiva haciendo señales que solo ella podía ver y abriendo sus piernas para enseñarle su erección. Y una vez, apareció el macho alfa en la escena y el otro se cubrió la erección con las manos ocultando sus intenciones.

Los machos alfa también se benefician de controlar sus impulsos. A veces un macho joven le tira piedras, o hace cargas en su dirección, intentando provocarle, pero el veterano no entra al trapo. Le ignora, y se dedica a despiojar a sus aliados, reforzando sus vínculos con ellos para que estén de su parte y luego, en otro momento del día, lanzará su ataque contra el joven que será derrotado. Una observación que le hizo Christopher Boesch a De Waal es que un chimpancé puede romper un hueso de un semejante de un mordisco si quisiera (para partir nueces emplean fuerzas de 300 libras por pulgada cuadrada), y de hecho cuando pelean con chimpancés extraños lo hacen. esto quiere decir que la mayor parte del tiempo, por lo menos dentro de su grupo, los chimpancés se frenan de emplear todo su potencial violento.

Los instintos se refieren a programas genéticos que dicen a los animales ( o a los humanos) cómo actuar bajo determinadas circunstancias. Pero ya hemos muchas veces que las instrucciones de estos programas son del tipo: “Si...entonces...”: si está el león cerca, espera antes de ir a beber...si hace calor, túmbate debajo de un árbol... Las emociones, por otra parte producen cambios internos en línea con la evaluación de la situación y la contemplación de opciones. Klaus Sherer define a las emociones como “ una interface inteligente que media entre el input y el output sobre la base de lo que es más importante para el organismo en un determinado momento”. Esto parece un poco contraintuitivo porque pinta a las emociones como una forma de inteligencia, pero hay que tener en cuanta que actualmente la distinción entre emoción y cognición está siendo objeto de debate en el sentido de que para muchos la emoción es una forma de cognición.

De Waal da un dato que nos va a sorprender a muchos, porque tendemos a pensar que los humanos somos los únicos que tenemos corteza prefrontral, que es la que ayuda a regular las emociones, o por lo menos, creemos que es muchísimo más grande que en otras especies. Pues bien, De Waal da el dato de que la corteza prefrontal humana contiene el 19% de todas las neuronas del cerebro, exactamente igual que en un mamífero típico. Y aunque fuera más grande, la forma en que se conecta y se relaciona con otras áreas cerebrales es exactamente igual.

Son famosos los experimentos en niños, con vídeos incluidos, en los que se les promete el doble de ración de golosinas si no tocan unas golosinas que se les ponen delante y se observa a los niños mirar para otro lado, comer sólo un poquito, etc. Estos mismo experimentos de “gratificación diferida” se han realizado en monos y los monos son capaces de no tocar una rodaja de plátano si saben que luego les van a dar una ración más grande. también son capaces de esperar en otro tipo de experimentos para conseguir más caramelos. Los chimpancés consiguen resultados parecidos a los de los niños siendo capaces de esperar hasta 18 minutos. Y son capaces de esperar más si tienen juguetes que les distraigan de la máquina de caramelos y les ayudan a superar la tentación. Exactamente igual que hacen los niños: técnicas de distracción. ¿Significa esto que son conscientes de sus propios deseos y de forma deliberada los frenan? Si fuera así, ¡estaríamos muy cerca del libre albedrío!

Entonces, los wantons de Kitcher no existen. Los primates tienen un conocimiento de la vida del grupo que se basa en las emociones y en el control de impulsos; respetan los límites que se ponen a su conducta y se lanzan solo cuando los beneficios superan claramente los riesgos. Nosotros, los humanos, descendemos de una larga línea de ancestros con jerarquías bien desarrolladas para los que la inhibición social formaba parte de su naturaleza. Una prueba de esto sería lo mucho que invertimos en reglas o normas morales con autoridad. A veces la autoridad es personal, como la de un supermacho alfa, como cuando pretendemos que Dios nos dio los mandamientos en una montaña. Otras veces recurrimos ala autoridad del razonamiento, argumentando que algunas leyes son tan lógicas que es estúpido desobedecerlas. Pero la reverencia del ser humano por la ley moral pone al descubierto la mente de una especie que quiere estar a buenas con los superiores.

Pero, en cualquier caso, la conclusión que podemos sacar en este tema, como en otros que hemos tratado antes, es que la Naturaleza no tiró todo a la basura cuando aparecimos nosotros y, de repente, empezó a usar otras leyes biológicas exclusivas para nosotros. Nuestras capacidades tienen una historia. Como dice Lionel Tiger, no somos flores maravillosas, aparecidas en todo su esplendor de la nada. Somos inmigrantes del pasado.

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domingo, 5 de mayo de 2013

El Bonobo y el Ateo



Pocas fuerzas conductuales son tan fuertes como la separación 
en endogrupos y exogrupos, “nosotros” y “ellos”.
-Jamshed Bharucha

He acabado de leer el Bonobo y el Ateo de Frans de Waal hace poco y siempre se aprenden cosas de este autor. Hay que decir que el libro es un refrito de ideas que ya ha contado en otros sitios y prácticamente no aporta nada original para los que conocen su obra. El hilo conductor es la moral, que De Waal concibe como un producto de la evolución, generado de abajo a arriba, es decir, que no nos hizo morales la religión sino que los chimpancés ya tienen una moral rudimentaria, y el ser humano una moral más avanzada, y sobre ella se apoyan las religiones y las normas morales y culturales humanas. No le puedes pedir a nadie que haga algo que no está en su naturaleza, puedes enfatizar o seleccionar más unas cosas que otras, pero no puedes crearlas de la nada. La tendencia a colaborar, a compartir, a empatizar con los demás, a ayudar a los débiles, ya estaba en nuestra naturaleza antes de que la cultura o la religión la seleccionara. Los muchos ejemplos que pone De Waal creo que no dejan lugar a dudas. Pero si os interesa la visión de la moral de De Waal el libro a leer es “Primates and philosophers. How Morality evolved”. Se trata de una conferencia de de Waal a la que replican cuatro autores (entre ellos Robert Wright y Peter Singer) y De Waal concluye con una recapitulación final. A mi modo de ver De Waal sale más que airoso de ese debate filosófico.

Lo nuevo del libro son sus críticas a los que De Waal llama neoateos, la camarilla de Richard Dawkins, Christopher Hitchens, Sam Harris y Dan Dennett (aunque De Waal ya ha tenido sus peloteras con Dawkins anteriormente). Y aquí tengo sentimientos encontrados. En principio estoy más de acuerdo con De Waal y nunca he entendido del todo la militancia y el radicalismo de Dawkins contra la religión, sabiendo además tanto como sabe de evolución. Otros autores (Boyer, Atran, Norezayan...), que están estudiando la religión  desde el punto de vista evolucionista, están llegando todos a la conclusión de que la tendencia a producir dioses forma parte de la naturaleza humana y que la religión está ahí porque ofrece ventajas adaptativas, une al grupo y aumenta el número de genes que se transmiten a la descendencia, en definitiva. El cerebro humano produce dioses igual que el hígado produce bilis. El que la religión forme parte de nuestra naturaleza no es, evidentemente, un argumento para no combatirla, siempre está bien combatir la irracionalidad, pero el error está tal vez en pensar que puedes combatir la irracionalidad con razones. Demostrar que las creencias  religiosas son erróneas, que lo son, no va a funcionar, a la evolución nunca le ha interesado la verdad (ni la felicidad,tampoco), su preocupación es promover todo lo que ayuda a dejar más copias, y unas creencias erróneas son capaces de cumplir ese objetivo.

Cuando los neoateos han señalado las atrocidades que la religión ha cometido a lo largo de la historia, y sigue cometiendo hoy en día, han sido muchos los autores que les han respondido que las mayores barbaridades del siglo XX las perpetraron ideologías ateas (comunismo, nazismo, nacionalismo...). El consenso generalizado actualmente es que la religión no es el problema, sino el fanatismo, el dogmatismo y la intolerancia. En general, el problema es cualquier ideología que separe entre ellos y nosotros, porque se apoya en una tendencia innata en el ser humano, la tendencia a dividir el mundo en endogrupo (nosotros) y exogrupo (ellos), que es uno de nuestros peores instintos, capaz de sacar lo peor de nosotros. La religión (fieles/infieles), el comunismo (burgueses/proletarios), el nacionalismo (hutus/tutsis), el fútbol (Boca/River) y otras ideologías apelan todas ellas al mismo instinto tribal. Por eso, la religión y otros fanatismos son una espada de doble filo. Si miramos dentro del endogrupo todo lo que produce es positivo: unión, amor, ayuda, compañerismo, autosacrificio por el bien del grupo...El problema es que todos esos sentimientos positivos y oxitocínicos tienen un límite, que es la frontera que nos separa del exogrupo, un límite que ni la oxitocina ni los sentimientos positivos puede traspasar. De puertas adentro todo maravilloso, el problema es de puertas afuera. Cuando estoy con mi peña del Betis nos emborrachamos, cantamos y todos somos hermanos, pero ¡cuidado si nos encontramos con uno del Sevilla!

Entonces, creo que Dawkins plantea mal el debate, pero, a la vez, me ha parecido en algunos pasajes que De Waal era demasiado duro e injusto con los neoateos, y demasiado condescendiente con la religión. Vale, la religión no es “El Diablo”, pero no olvidemos que es uno de los diablos. Como decía, me molesta el fanatismo de Dawkins, su militancia y su dogmatismo, pero tampoco podemos obviar que, sobre todo en USA pero también en otros países, el ataque que las personas religiosas han lanzado contra la evolución y la ciencia ha sido muy fuerte. Si uno tiene que vivir que instituciones religiosas pidan enseñar Diseño Inteligente en las escuelas pretendiendo que es ciencia y una alternativa racional  a la Teoría de la Evolución, es comprensible una radicalización. Es difícil , creo yo, escuchar que esta gente se propone enseñar a los niños que Dios creó el mundo hace 6000 años y cosas por el estilo, y tomártelo de una manera moderada. En Europa podemos permitirnos ser más moderados porque el ambiente aquí, en general, es moderado con respecto a la evolución. Pero esa no es la situación que están viviendo otras personas, y eso puede ayudar a entender esa posición tan frontalmente enfrentada. Un ejemplo de esto que estoy comentando es Jerry Coyne, otro autor también muy militante en este tema de la religión. Es el autor del libro “Por qué la teoría de la evolución es verdadera”, un libro muy recomendable, y de un blog Why evolution is true, también muy recomendable. El blog es muy interesante cuando habla de evolución pero dedica muchas más entradas a combatir a los creacionistas que a explicar evolución. Por otro lado, el mismo Dawkins ha tuiteado hace poco cosas como estos enfrentamientos entre budistas y musulmanes o este estudio donde porcentajes importantes de la población de diversos países musulmanes están a favor de la ejecución de los apóstatas. , que son sólo unos ejemplos de que las ideas religiosas no son inocuas.

En definitiva, que no comparto ni la posición de De Waal de que todo está muy bien y no pasa nada, ni tampoco la de Dawkins de que la religión es el demonio (el mal más bien lo llevamos dentro como una parte de nuestro equipamiento de serie, una parte de nuestra naturaleza humana). Como esos mismos datos del estudio que acabo de citar demuestran hay mucha variabilidad entre países musulmanes y muchos musulmanes apoyan la libertad religiosa. Todo es muy complejo y es posible que la verdad, como casi siempre, se encuentre en el punto medio.

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