sábado, 27 de agosto de 2016

¿Tienen los padres un estilo parental?

Volvemos en esta entrada al libro de Nurture Assumption de Judith Rich Harris para comentar una de las cosas que ella trata. Vamos a hablar de si los padres tienen un método de criar a los hijos uniforme. En un estudio típico de socialización los investigadores empezarían reclutando un grupo de niños de la misma edad (procedentes de un colegio o guardería) y a sus padres. Entonces procederían a recoger datos sobre el método de crianza de los padres por medio de cuestionarios o tal vez observando sus interacciones con sus hijos. Sin embargo, el método de crianza es valorado con respecto a un único hijo habitualmente ya que sólo participa un niño por familia en estos estudios. Este procedimiento estaría muy bien si los padres tuvieran un estilo de crianza uniforme, algo que fuera estable, como el color de los ojos o el C.I. 

Pero los padres no tienen un estilo de crianza uniforme y fijo. La forma en que un padre actúa con un hijo concreto depende de la edad del hijo, su aspecto físico, su conducta, su inteligencia, su salud, etc. Los padres adaptan su estilo parental al niño individual. Criar un hijo no es algo que un padre hace a un niño, es algo que padre e hijo hacen juntos.

Harris lo ilustra con una anécdota personal. Un día estaba en su jardín con su perro y pasó una madre con sus dos hijos, un niño y una niña. El perro de Harris, que está entrenado para no salir a la calle, corrió hacia el límite de la casa y se puso a ladrar. Los dos niños reaccionaron de forma diferente. La niña se fue directa hacia el perro y le preguntó a la madre si podía acariciarlo, a pesar de que el perro no se estaba comportando de forma muy amigable. La madre le dijo rápidamente: “No, Audrey, no creo que quiera que le acaricies”. Mientras tanto, el niño se había retirado al otro extremo de la acera y se había quedado allí quieto, con cara de asustado,  sin atreverse a pasar por delante del perro, aunque les separaba una acera muy ancha. “Vamos, Mark, dijo la madre, el perro no te va a hacer nada” (para entonces Harris ya estaba por si acaso sujetando al perro por el collar). Mark tardó en decidirse pero al final continuó y la familia siguió su camino con Audrey riéndose del miedo de Mark.

Harris se sintió muy identificada porque ella también ha criado a dos hijas muy diferentes y criar a la primera fue fácil pero la segunda le dio más rompederos de cabeza. ¿Tratamos igual a todos nuestros hijos? ¿pero cómo vamos a tratarles igual si son diferentes? ¿Puede la madre de Audrey y Mark tratarles igual? ¿qué queremos decir con eso? ¿tenía que haberle dicho a Audrey que el perro no le iba a hacer daño (lo que le dijo a Mark) y que acariciara a un perro desconocido con cara de pocos amigos? 

Si Mark y su madre hubieran participado en un estudio de socialización los investigadores probablemente habrían sacado la impresión de que la madre de Mark era sobreprotectora. Pero si hubiera sido Audrey la que hubiera participado en el estudio los investigadores habrían concluido que es una madre que pone límites de manera sensata y razonable. Cada grupo de investigadores habría sacado una impresión diferente del estilo de crianza o parental de la madre. En el caso de Harris habrían dicho que era permisiva con su primera hija y autoritaria con la segunda. 

La relación entre padre e hijo, o entre dos personas cualquiera, es un camino de doble sentido en el que los que uno hace es en parte una reacción a lo que hace el otro. Incluso niños de dos meses ya contribuyen de forma activa a la relación con miradas y sonrisas. Todo padre que ha tenido dos hijos se da cuenta de que los niños son diferentes unos de otros, y los tratan de forma diferente porque tienen características diferentes, al atrevido hay que enseñarle precaución y al miedoso hay que tranquilizarle y animarle. A un niño sonriente se le hacen cosas y se juega con él, a un niño que no responde se le acaba haciendo menos caso; a un niño agradable se le abraza más, a un niño  desagradable se le abraza menos o se le acaba pegando incluso en ciertos casos. Hay estudios, que no gustarán a algunos padres, que demuestran que a niños guapos se les trata mejor que a niños feos. 

Estos efectos explican cosas que se observan en los estudios de gemelos. La timidez de Mark tiene un sustancial componente genético y si Mark hubiera tenido un hermano gemelo monocigótico es muy probable que su hermano fuera tímido también. Y aunque se hubiera criado en la otra punta del mundo, con otra madre, es muy probable que las dos madres hubieran reaccionado de la misma manera, habrían sido empáticas y tal vez algo impacientes. Los padres habrían sido probablemente un poco menos empáticos y más impacientes y los compañeros de colegio habrían hecho bromas a costa de Mark y su hermano gemelo.

Esto es lo que Harris llama efectos indirectos de los genes. La timidez es un efecto directo de los genes pero las reacciones que provoca en los demás serían un efecto indirecto. Un niño tímido causa que la madre lo tranquilice, que su hermana se ría de él y que los compañeros del colegio abusen de él. Un niño guapo hace que los padres le abracen y quieran mucho y que los amigos del colegio le admiren. Los gemelos idénticos tienen a veces muchas semejanzas en su vida debido a estos efectos genéticos indirectos. Aunque técnicamente forman parte del ambiente, en realidad son consecuencia de los genes del niño.

En definitiva, no queda otro remedio que tratar a cada hijo de forma diferente porque cada hijo es diferente. El estilo parental no es una característica de los padres, es una característica de la relación entre un padre y un hijo, las dos partes contribuyen a ella. 

@pitiklinov






1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece un peregrullada.

Cuando unos padres dicen que han educado a sus hijos por igual refieren con ese igual un sentido general de propositos y oportunidades generales, no en una identica relacion educativa

Dare una vision geometrica :

Todas las relaciones humanas son triadicas, no es que desde A hacia B establecemos una relacion R, de un modo A-R-B , A se relaciona con B desde dos diadas separadas, A y su modo de querer Relacionarse R, y un B que recibe tal relacion al margen del B en que se concretice tal relacion. El esquema geometrico que deberiamos tener en la cabeza es el de un tripode, donde A, B, y R estan en los extremos de cada pata y hay un punto de relacion comun entre A, B y R. Es decir la relacion no es de A hacia un posible B, sino que es respectiva a A y al concreto B, de manera que el proyecto de relacion A-R- al saturarse con un cierto B se concretiza de forma triadica (como un tripode) y no como relacion triangular donde hay tres lados A-R , B-R, A-B , sin un punto comun, como en el tripode.

Un saludo