sábado, 25 de febrero de 2017

Psicoterapia y cambios negativos de personalidad

Esta semana ha habido bastante revuelo con la difusión de un estudio que encuentra que la psicoterapia produce cambios negativos de personalidad, es decir, que disminuye los rasgos deseables de personalidad (extroversión, responsabilidad…) y aumenta los no deseables (neuroticismo). También aumentaría la depresión y disminuiría medidas positivas como la autoestima y la satisfacción vital. Vamos a ver lo que dice el estudio.

Aunque los rasgos de personalidad son relativamente estables, los autores plantean que la personalidad cambia a lo largo de la vida y que una de las instituciones dirigidas a realizar ese cambio es la psicoterapia que en USA vienen a realizar un 38% de los ciudadanos a lo largo de su vida. Citan estudios que efectivamente recogen que la psicoterapia produce un cambio en la personalidad y, hasta ahora, la mayoría de la investigación indica que la psicoterapia se asocia a cambios positivos (por ejemplo, más madurez) de personalidad. Hay trabajos que dicen que tanto las personas que reciben psicoterapia como las que reciben farmacoterapia tienen menos niveles de neuroticismo y más niveles de agradabilidad, apertura a la experiencia y extraversión. 

Pero todo esto es en estudios de investigación en entornos muy controlados y no se sabe lo que pasa en la vida real. Uno de los autores de este artículo, Lüdtke, encontró en 2011 que la psicoterapia se asociaba a un aumento de neuroticismo. Así que lo que los autores hacen es analizar datos longitudinales de dos muestras, una de USA y otra de Alemania, y comparar el cambio en rasgos de personalidad de individuos que han realizado psicoterapia con individuos que no han realizado psicoterapia.

El estudio alemán examina los datos de un estudio longitudinal llamado TOSCA que se inició en 2002 cuando los sujetos estaban en el último año de la educación secundaria y luego se les va valorando cada dos años. Entonces se compara a los que empiezan terapia con lo que no. Para compensar que la asignación de la terapia no es aleatoria, sino elegida voluntariamente por los individuos, utilizan una técnica estadística llamada propensity score matching (PSM). La muestra final es de 1.270 participantes, 138 que empiezan psicoterapia y 1.132 que no. Utilizan como medidas un test alemán para valorar los cinco grandes de personalidad (Big Five) y añaden otras medidas que indicarían buen ajuste psicológico que son la satisfacción vital y la autoestima. Finalmente miden también la depresión  con 15 ítems de la General Depression Scale.

Los resultados son que los que realizan psicoterapia informan de un aumento de neuroticismo y una disminución de extroversión y responsabilidad. En las medidas de ajuste psicológico ocurre lo mismo, los que hacen psicoterapia muestran más baja autoestima, más depresión y más baja satisfacción vital. Estos resultados que indican un peor ajuste psicológico de los que hacen psicoterapia está en desacuerdo con la práctica totalidad de la literatura.

El segundo estudio utiliza una muestra norteamericana de sujetos más mayores (más de 55 años) en la que se les estudia la personalidad cada 4 años. Son 5.217 participantes. Los resultados son menos marcados (tal vez debido a la edad hay menos cambio de personalidad) pero van en la misma línea que en el estudio en Alemania. La experiencia de la psicoterapia se asocia a aumento de neuroticismo y disminución de responsabilidad. De la misma manera, la psicoterapia aumenta la depresión, disminuye la satisfacción vital y aumenta el estrés crónico.

¿Cuál podría ser la explicación para estos malos resultados de la psicoterapia en el mundo real? Una primera interpretación es que la realización de una psicoterapia puede ser una marcador de un empeoramiento del desarrollo de personalidad: empezar una terapia puede ser un síntoma de un cambio a peor de la personalidad más que la causa. Pero a pesar de la terapia no mejoran. Podría ser que estos individuos hubieran empeorado incluso más de no haber realizado la psicoterapia. Harían falta más estudios para investigar esta relación causal o no.

La segunda explicación podría ser que los sujetos de los estudios observacionales son diferentes a los sujetos de los estudios controlados. En los estudios controlados hay una selección previa mientras que en el mundo real un cuarto de los sujetos abandonan la terapia. Tal vez en los estudios observacionales los individuos no mantienen la terapia el tiempo suficiente para ver los resultados positivos. La tercera explicación tendría que ver con los terapeutas. En los estudios controlados las intervenciones de los terapeutas son muy rigurosas, con manuales de actuación, etc. En el mundo real podría ser que los terapeutas no implementen bien las técnicas terapéuticas.

También hay que tener en cuenta algunas limitaciones del estudio. Por ejemplo, no hay información sobre el tiempo de duración y tipo de psicoterapia. Por otro lado, se basa en auto-informes de los cambios de personalidad y del ajuste psicológico. Por las explicaciones alternativas que detallan loa autores y las limitaciones del estudio no se puede sacar la conclusión rotunda de que la psicoterapia no funciona o tiene efectos negativos. Pero estas precauciones no invalidan el hecho de que estos dos estudios encuentran efectos negativos de la psicoterapia en el mundo real y que es necesario estudiar este cambio de personalidad y de ajuste psicológico en contextos de la vida diaria. Actualmente no existen estudios que nos aporten estos datos. 


@pitiklinov



Referencia:

Philip I Chow y cols. Therapy experience in naturalistic observational studies is associated with negative changes in personality. http://dx.doi.org/10.1016/j.jrp.2017.02.002


7 comentarios:

Psiquiatraca dijo...

Muy interesante estudio. Siempre he tenido la sensación de que en algunas personas la psicoterapia acaba produciendo dependencia hacia el terapeuta e inmadurez para afrontar problemas (es una sensación subjetiva mía, poco conocedora de las diferentes psicoterapias). Habría que estudiar en mayor profundidad el tema y repetir estudios, para ver si realmente se produce este efecto negativo. Muy a tener en cuenta para saber si realmente todo el mundo se puede beneficiar de la psicoterapia, si el tiempo de terapia debe estar acotado y el reconocer que puede llegar a tener efectos negativos en algunas personas.

Anónimo dijo...

Freud ya habló de que en ciertos casos el paciente empeora en lugar de mejorar, naturalmente se refería a las psicoterapias de corte interpretativo que tienen en cuenta la transferencia. Le llamó "reacción terapéutica negativa".

J. Camilo dijo...

Sin poder entrar a valorar todos los entresijos de la investigación en psicoterapia (complicada incluso en sus versiones más controladas) si me gustaría comentar que un primer paso de la terapia suele tener que ver con la adquisición de conciencia en torno a los rasgos disfuncionales que previamente se actuaban pero no eran advertidos. Si le entregas un cuestionario de personalidad autoaplicado (TCI-R, MCMI etc) es posible que alguien que haya pasado un tiempo en terapia señale más dificultades de las que anteriormente era capaz de percibir. Y a esa toma de conciencia podríamos llamarla adquisición de rasgos negativos de personalidad. Es algo que me planteo. Además, que un rasgo sea considerado positivo o negativo es altamente dependiente de contexto. En todo caso, buen material para seguir pensando.

Daniel dijo...

Debería haberla llamado "técnica terapéutica negativa" por modestia o para poder buscar otra y no responsabilizar al paciente.

anónimo dijo...

Pienso que las psicoterapias, como los medicamentos, deben ser utilizadas como sumo cuidado, solamente cuando los beneficios superen los efectos negativos. El terapeuta no deja de ser un "intruso" en la vida del paciente que no tiene capacidad para controlar toda su realidad. Por eso, aparece necesariamente una deformación que podríamos denominar "antinatural" impidiendo el desarrollo de las capacidades de defensa del paciente. También depende de algo de lo que no se suele hablar, de la arrogancia (o imprudencia) del terapeuta.

Unknown dijo...

No conocía este estudio, y la verdad es que esos resultados abren una puerta hacia la reflexión sobre qué estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo. Es cierto que un porcentaje de personas que acuden a terapia son "resistentes" a ella, y no por recibir ayuda mejoran necesariamente. Por otro lado, existe una diversidad muy amplia de profesionales que despliegan su trabajo según sus orientaciones (cognitivo-conductual, psicoanalista, gestáltica, psicodinámica...), y creo firmemente que no todas las personas son susceptibles de todo tipo de terapias. El estudio, bajo mi punto de vista, abre un debate muy interesante sobre la eficacia de las terapias en relación a las personas con las que trabajamos.

anónimo dijo...

¿Y no será que el problema se origina ya en el diagnóstico? En general, el diagnóstico se lleva a cabo mediante una breve entrevista en la que se marcan algunos ítems tras lo cual se aplica uno de los criterios del DSM. Y, lo peor de todo, no se suele tener en cuenta, salvo honrosas excepciones, el entorno en el que se encuentra el paciente: las personas con las que convive, trabajano estudia, la situación económica, etc. Por ejemplo, si mediante un tipo de terapia se intenta que el paciente esté calmado y vive sometido a acoso (del tipo que sea) y además no tiene dinero, ante esa impotencia el resultado no puede ser otro que la depresión (que es una forma de sumisión). No hace falta ser un experto para entenderlo, es realmente muy sencillo. Si lo que pretenden es ser eficaces, deberían profundizar bastante más en todas las variables que conducen a un comportamiento y no conformarse con algo tan superficial.